domingo, 10 de julio de 2011

Y se fue

Era como caminar solo por una nueva ciudad, la sensación de no tener nada que ver con lo que te rodea, de estar aparte. Pero todo eso se puede arreglar. Porque aunque ya hacía días que no se encontraba al otro lado del espejo, que su sonrisa no veía la luz del sol, no era de los que se acongojaban, de los que se esconden y tiemblan. Él miraba al frente, reflexionaba en silencio, sopesaba pros y contras de las decisiones. Tan razonable. Con miedo a decidir, con miedo a equivocarse. Pero al final se acomodaba a las situaciones y conseguía su ansiado propósito, ser feliz.

Había insultos que aún resonaban en su cabeza una y otra vez, aturdiendo un juicio cada día más abstracto y abocado a la subjetividad de quien coleccionaba testimonios ajenos en un sobrio cuaderno de piel marrón.

- Sintiéndolo mucho, me voy a tener que ir.- Dijo sin inmutar su gesto.

- ¿Dónde vas a ir a estas horas? Además, ¿no ves que está lloviendo?

- Voy a buscarme, se me hace tarde.





Hoy suena: Don't leave home - Dido.



cla.