¿Bailar o despedirse? Bailar

Hay cosas que cansan. Las despedidas,  demasiados pelotazos, ver amanecer desde un tren con el sueño pululando por los aires acondicionados. Pero me canso sobretodo de lo primero, de despedirme, de dejar de ver a gente con la que comparto días, historias, gente con la que comparto sentimientos y palabras. Palabras que dejan de decirse, que pasan a escribirse. Que ya no se oyen. Y volvemos a  lo mismo, al maldito reloj que aun parado permite que el tiempo siga pasando. Las prisas también me cansan. Son obstinadas, cansinas, perennes. Tal vez, la culpa sea nuestra. Tal vez, y por una sola, no haya culpables, ni culpas, ni cabezas que haya que hacer rodar.


Hoy suena: Solo quiero bailar - Zenttric.



cla.

El caballero de gris

Él era nervioso, como un actor de teatro interpretando una comedia como un enfermo imaginario. De gestos lentos, de palabras veloces, de voz atropellada por las prisas igual de imaginarias que el enfermo. Se presumía un típico hombre de negocios, sus corbatas, su cuello y puños blancos bien almidonados y gemelos lustrados.  El traje a medida, los zapatos a juego, aunque se había olvidado de jugar. Nunca era el momento, y aunque en su cara aun se intuía un niño feliz de tener una pelota con la que pasar el rato, ahora los ratos los pasaba discutiendo grandes cifras, siglas imposibles de recordar y cafés de máquina. Tampoco el tiempo parecía ser generoso como para ir a compartir experiencias a una cafetería.

A pesar de los típicos tópicos que parecían envolverle, en un rincón no demasiado lejano guardaba frases amables, curiosidad por el entorno y las ganas, aunque no el tiempo, de sonreír entre bastidores (debía preservar el semblante serio). Su seriedad contrastaba con esa mirada que buscaba un minuto de sosiego. Una cerveza en una terraza, su vieja pelota descosida cogiendo polvo en un trastero olvidada.

Deténganse un minuto señores, miren la verdadera importancia de lo que discuten. Los niños son el futuro, eso está claro, pero ustedes el presente, no se nos olvide. Mucha suerte.


Hoy suena: Escudo Humano - Vetusta Morla.


cla.

Reflexiones de domingos precipitados

Dije que volvía, que nos íbamos a encontrar mucho mas a menudo. Pero no encuentro los momentos, ahora somos todos demasiado intensos, haciendo planes, queriendo no crecer a toda costa. Lucho más que nunca por esa máquina que de una vez por todas consiga parar el tiempo. Sí, que lo pare aquí en mitad de una crisis que parece no tener prisa por irse, que parece empeñada en que nos olvidemos que no hace tanto no estaba y también nos quejábamos.

Ahora, me dedico a recordar viejos acordes que cogen polvo en cualquier cajón. Me dedico a encontrar un mañana. Ya no lo sé. Pero da lo mismo, siempre hemos confiado en un mañana que no conocíamos. Igual que confíamos en esos versos que os escribe algún profesor disfrazado de protocolo. O que el tiempo está de nuestro lado, y las cervezas que hemos recorrido nos llevarán a donde soñamos llegar. Que se que la cometa, algún día, llegará  a volar. Que aún nos quedan muchas noches reversibles, muchos incendios de nieve y calor.

Hoy suena: Segundo asalto - Love of lesbian & Amaral.

cla.