lunes, 14 de febrero de 2011

La bola de nieve

Como muchos ya sabéis y otros compartís, hace unos meses que vivo en Bratislava.Y desde hace alguno menos, con la llegada del frío, esta pequeña ciudad se ha convertido en una de esas bolas con nieve en su interior. De vez en cuando, como hoy, alguien decide agitarla y se pone a nevar como si hubiese alguna prisa en llenar la ciudad de nieve, volver a ver dos mil centímetros de nieve. Es un bonito ritual que tenemos los habitantes de la pequeña Bratislava y quien sea que mueva nuestra pequeña bola.

La nieve cae paciente, despacio, dejándose llevar. La nieve cae en silencio, sin mojar, pacíficamente. La nieve cae sin prisa, si apretujarse al final, ligera y posando suave y delicadamente. Ya no hace tanto frío, los millones de copos hace que sea imposible ver el inalcanzable horizonte. Los edificios grises y cuadrados toman formas redondeadas y se vuelven blancos. La gente se resguarda, yo me resguardo bajo una manta granate y miro tras la ventana "tintada". Siento la paz, escucho el silencio interrumpido por mis dedos golpeando el teclado como si algo tuviese sentido. Sólo nos queda esperar a que toda la nieve se deposite y que alguien se decida a volver a agitar y vuelta a empezar.


Hoy suena: Fools in love - Inara George.



cla.

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