Cuando te asustas a veces agachas y escondes la cabeza. Centras tu mirada tenue en el suelo en busca de alguna respuesta cósmica. Esperas que pase la tormenta - Algún día dejará de tronar-.
Por lo general, si te emborrachas me agarras del cuello y vamos de camaradas, bailamos, brazos en alto y la cabeza al son de los vaivenes de nuestros saltos. A veces, cuando ríes se te hincha un poco la vena del cuello, como cuando te enfadas y de paso frunces el ceño. Pero tu risa suena y se oye hasta en el asteroide B 612, donde nos espera mi querido principito.
Caminas y muchas veces no dices nada y escucho nuestros pasos que machacan las hojas de este temprano otoño. Yo también callo, porque las hojas son las que nos dicen todo lo que queremos oir.
Hoy suena: El que val la pena de veritat - Els Pets.
cla.
tú.
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