Se miraban con los ojos de antaño. Ojos de ocho años con la retina poco acostumbrada a ver lo oscuro y cruel de un mundo todavía de juguete. Los barcos pirata que abordaban los columpios colgados de una hoja de palmera, mecían las ilusiones al compás del viento. Los policias que perseguían a cacos, policias sin porra y tan inocentes como los malos, tan malos como un sugus de premio. Surcando el amazonas en algún jardín vecino mal cuidado. Creyendo en los reyes y reinas de países sin fronteras ni pobreza. Ahora que lo pienso, ahora que lo escribo veo que deberíamos ser menos adultos y mas niños. Quiero un poco volver a mi amazonas.
Ha llegado el momento del cambio.
Hoy suena: Estadio azteca - Andrés Calamaro.
cla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario