miércoles, 15 de diciembre de 2010
Molas
Hoy me he dado cuenta de una cosa... y es que molas. Molas más que las piruletas de corazón, más que un saco con infinitas bolsas de pelotazos, que las cervezas del chino en la plaza, que un paseo en bici, más que la sensacion de haber aprobado una asignatura imposible, incluso más que la risa de un niño, que los sueños cuando se convierten en realidad, que los sugus morados, más que montar en tiovivo, que la mañana de reyes, más que despertarse y ver todo nevado, que un mojito en la playa, más que el tonteo del principio de una relación. En fin, molas mas que todas las cosas molables.
Hoy suena: Everyday - Buddy Holly.
cla.
domingo, 12 de diciembre de 2010
Walking away
Porque ya está todo hecho, porque ya está todo dicho. El mundo en el que la fidelidad se sirve en vasos de chupito. Esos 4cl. dispuestos a romper con todo, a sacar de nosotros el máximo egoísmo de convertirnos en seres repugnantes, de no ser capaces de ser razonables. Qué bien! ahora siento ese 98% de similitud con un primate. Cuando ese dos por ciento podríamos dedicarlo a no jodernos entre nosotros y lo tiramos a la basura. O mucho peor, lo hacemos a conciencia, con ganas de hacer daño independientemente de quien haya detrás, pensando en los daños colaterales de nuestras acciones y que nos den igual.
El mundo donde la moralidad de plastilina es lo único que puede hacer que no te escandalicen las mezquindades y otro montón de palabras feas que no quiero que ensucien el blog.
Hoy suena: It's my life - Bon Jovi.
cla.
lunes, 6 de diciembre de 2010
A vosotros
Cada día este blog se va haciendo más y más grande. Cada día desde ese perfil en el que sólo soy una silueta gris, sin rostro, sin forma, sin ser yo. Detrás de esa silueta que no soy, soy yo en mi más pura esencia compartida con vosotros, quienes me leéis haga frío, mucho en este caso, o haga calor. Sin vosotros, este blog, no son más que palabras que no se olvidan porque no se han conocido. Este blog sólo es porque estáis ahí detrás leyendo. Muchas veces dudo y paro, muchas veces me meto, escribo algo nuevo y luego borro, otras sólo miro el cuadro vacío incapaz de escribir nada porque me da miedo que me lleguéis de verdad. Pero, a pesar de todo, siempre entráis y me gusta. Gracias, de verdad.
Hoy suena: Fools like me - Lisa Loeb.
cla.
domingo, 5 de diciembre de 2010
Solo o a solas
Hace cinco años, una noticia llamó mi atención: por primera vez, la cifra de hogares unipersonales, al menos en las grandes ciudades, estaba a punto de superar a la de las viviendas ocupadas por dos personas. La vida en solitario se está convirtiendo en una elección posible, lejos de los estigmas que han colgado inmerecidamente a las personas enviudadas, las desafortunadas en el amor, las almas místicas, las raras o sospechosas de esconder quién sabe si una doble vida.
Los solitarios gozan hoy de prestigio social, con apelativo incluido, y en inglés, que hace más fashion (singles). Añaden a todo ello las excelencias de poder hacer la vida que quieren, de sentirse almas libres, sin pasar por el trámite de dar explicaciones. Cabe añadir nuevos modelos de convivencia, como el living apart together, algo así como “juntos, pero no revueltos”, y una mayor autosuficiencia psicológica. No obstante, una cosa es vivir solo, y otra, sentirse solo. Puede ser un gozo y puede ser un pozo.
Encuentro con uno mismo
El hombre solitario es una bestia o un dios (Aristóteles)
Afirma el filósofo Francesc Torralba que la soledad buscada es un bien para el alma. Mientras que el aislamiento es una noción física, la soledad es una experiencia emocional. Lo dijo también el marqués de Vauvenargues, moralista francés, al proclamar que la soledad es al espíritu lo que la dieta al cuerpo. No cabe duda de que el estar a solas, ese encuentro con nosotros mismos es una conveniencia más que un inconveniente.
No obstante, tememos la soledad. Tememos que se convierta en un agujero negro que nos engulla. Entristece sentirse solo. Y aún entristece más sentirse solo en medio de una relación, de una familia o de masas enteras de individuos. Es entonces cuando entendemos, como profetizó Schopenhauer, que el instinto social de los humanos no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad.
No haber aprendido a estar a solas, o a vivir alguna etapa de la vida en solitario, acarrea la complicada tarea de estar rellenando todos los espacios vacíos que quedan entre horas, entre semanas, entre el día y la noche. Por eso hay quien vive sin una línea en blanco en su agenda; Quien habita siempre en las vidas ajenas, quien prefiere malas compañías que el gozo a solas. Mientras la soledad sea la peor alternativa a un malvivir, seguiremos malviviendo.
Buscadores de unidad
La soledad es muy hermosa… cuando se tiene alguien a quien decírselo (Gustavo Adolfo Bécquer)
Como el vaso medio lleno o medio vacío, podemos plantearnos esta dualidad: siempre estamos solos, del mismo modo que nunca estamos solos. Según se mire, nacer y morir son un ejercicio solitario al que nos pueden acompañar pero no resolver por nosotros. Somos principio y fin. Todo nace y acaba muriendo en nosotros mismos, o sea, en nuestra soledad interior.
En este mundo, pocas experiencias van a convertirse en una fusión suficiente como para permanecer en una inacabable plenitud. Más allá de esos momentos de comunión, la vida y sus personajes vuelven a estar frente a nuestra nariz. Será por eso por lo que vamos como locos buscando esas horas felices en un amor, en una vocación, en un encuentro místico, en una contemplación estética. Somos buscadores de unidad, nostálgicos de lo absoluto, porque nos sabemos partidos, separados y solos en nuestra experiencia material en este mundo.
Sin embargo, a la vez, nunca estamos solos. Nos rodea la vida. Pero además habitamos en nuestra mente, esa fiel compañera que nunca nos abandona por peleona que sea. Pensar, aunque lo parezca, no es un acto solitario. Pensamos en relación con; pensamos sujetos a otros sujetos. En nuestra mente danzan imparablemente imágenes, palabras, voces y experiencias que, además, podemos reelaborar. Incluso solos, estamos con los demás.
El miedo a terminar aislados
Estoy solo y no hay nadie en el espejo (Jorge Luis Borges)
Todos los planteamientos referidos a la soledad parten de la misma base: considerar que deberíamos estar acompañados o solos. Nos sentimos solos cuando creemos que no deberíamos estarlo. Deseamos estar solos cuando no podemos estarlo. Cuesta aceptar el presente cuando nos sume en la insatisfacción: Ahora, solos, quisiéramos estar acompañados. Ahora, acompañados, quisiéramos estar solos.
El miedo mayor es la incertidumbre. Al no saber qué puede ocurrir en el futuro se añade el que ocurra mientras se está en soledad. Entonces es cuando aparece el fantasma de la insuficiencia, de necesitar ayuda y cuidados. Muchas relaciones se sostienen bajo este principio, que puede basarse en un amor compasivo en el mejor de los casos, o en una mera compañía que cubra el desasosiego de acabar aislados.
Todo ocurre por mirar a un futuro del que nunca sabemos lo que va a suceder; por la insatisfacción del presente y por el miedo al miedo. Temer lo desconocido no tiene ningún sentido, precisamente porque lo desconocemos. En cambio, sí conocemos lo que causa aflicción: la enfermedad, la impotencia, la depresión. El miedo a quedarnos solos es el miedo a que nos ocurra lo peor, sin nadie que lo remedie. Una paradoja ante todo el sistema de salud y bienestar del que disponemos, con atención incluida a las personas dependientes.
Vivir como la playa y el mar
La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos (Confucio)
Veamos la metáfora de la playa y el mar. Es una extraordinaria relación en la que el mar toca suavemente, a veces tormentosamente, a la playa, para volver de nuevo a su espacio. Es un vaivén, un encuentro impreciso y cambiante, a la vez que predecible y eterno. Así son también nuestras relaciones. Alcanzamos a los otros, rozamos ese encuentro, a veces los asaltamos emocionalmente, para acabar de nuevo volviendo cada uno a lo que es.
Nuestras vidas son vividas en esa doble condición, cerca y lejos, juntos y separados, mezclados a veces aunque sin llegar a disolvernos. Eso es, somos únicos y somos uno a la vez. Podemos vivir en solitario o acompañados. Podemos ser mar o playa. Lo importante es no perder de vista que no existe lo uno sin lo otro. La ceguera de un aislamiento interior o un individualismo feroz es perder la conexión con la realidad.
No creo demasiado en los planteamientos de si es mejor vivir solos o acompañados. La vida está en tránsito continuo y nunca sabemos por qué contextos acabaremos pasando. Son solo eso, espacios y tiempos existenciales que tienen función y sentido. Al final, lo importante no es dónde, cuándo y cómo, sino que no falte la capacidad de amar y ser amados. Lo contrario nos zambulle en la peor de las soledades.
Hoy suena: El cielo de Madrid - Deluxe.
cla.
martes, 30 de noviembre de 2010
Felicidades
No se porque elijo esta foto para felicitarte, igual porque hoy estamos así de abrigadas las dos, pero sin estar disfrazadas. Hoy somos esquimales de verdad. Puede que sea porque fue en esa época cuando nos dimos cuenta de que el jardín se estaba forjando con muchísima fuerza. Me encanta, eso, los crepes que nos comimos la día siguiente para desayunar, los saltos de tu cama a la mía, bueno, y todas esas cosas que tú ya sabes y no hace falta que nos digamos.
Sólo quería desearte un buen tu día. Que prosigas con el cumpleaños gitano que el año pasado no pudo ser. Felicidades pequeña amiga. Felicidades persona.
Hoy suena: Por mi tripa - Pereza.
cla.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
El globo
Sin ser nada especial, sin ningún don, ni siquiera con un poquito de razón. Conseguía que lo más absurdo pareciera tener sentido. No era como ahora que nos relacionamos a través de un millón de micro chips, con tecnología que no podemos comprender. Era diferente. Donde en el segundo mundo, la gente no gritaba como lo hacíamos, copa en mano, un día antes de tu cumpleaños: -¡Corre tonto!- Eran, son más silenciosos, más fríos, más distantes. Supongo que será por el clima. En fin, a lo que íbamos, con el rojo sol de amanecer amenazando con deslumbrarla a través de esa ventana luchadora. Pudo contemplar un objeto que volaba y surcaba los cielos, como Ulises los mares. Un objeto que con una bolsa de aire caliente le era suficiente para desafiar la gravedad. Con una cesta colgando y un solo par de testigos directos de tan bello acontecimiento. Ella veía como se perdían, lejos, incapaz de mantener la atención en esos documentos que juraban en hebreo una deliciosa venganza en el momento del examen. Observaba como el globo se alejaba y soñaba esos viajes dignos del mismísimo Willy Fog.
Ya venían las nubes desde las montañas de, todavia mas al este, se los llevó con el frío viento y con los últimos rayos de sol.
Hoy suena: Enero en la playa - Facto delafe.
cla.
domingo, 14 de noviembre de 2010
Reportera-. Ahora mismo nos encontramos en la calle fuencarral, portal número 55.
Sí. Me dicen desde plató que debemos entrar de un momento a otro ya que dentro de uno de los pisos de este edificio se está produciendo uno de los momentos más importantes de la historia de esta ciudad...
Perdone! (a un viandante con aspecto asiático), ¿usted conoce a una chica llamada Clara que vive en este edifico?
Viandante-. Sí! claro! ¿cómo no iba a conocer a Clara? Creo que ahora habrá cambiado bastante, de hecho me han comentado que se ha cortado el pelo, se ha dejado flequillo, se pinta los labios de color granate, usa pantalones de tiro alto y camisetas con puntilla en las mangas...es decir, que debe estar más guapa que antes si cabe.
Reportera-. Muchísimas gracias por su colaboración.
Viandante-. De nada, si le ven digánle que muchísimas gracias por todos los botes de nocilla que compraron en mi tienda cuando aún estaba aquí. Ahora ya sé pronunciarlo bien por cierto digánselo también.
Reportera-. (con cara de extrañeza). Vale, de acuerdo...no se preocupe.
(a cámara) No entiendo nada. Venga mikel que tenemos que subir ya al piso, llama al timbre.
EN LA CASA. (ruido de telefonillo, coge Marta)
Marta-. ¿Sí?
Reportera-. ¿Es el piso al que ha venido a visitar Clara Medina?
Marta-. Sí por supuesto, supongo que querréis entrevistarle por el nuevo método económico que ha descubierto y por la última novela ¿no? Siento hablar así pero comprendan mi emoción, 20 años desde que nos conocemos todo sigue como el primer día, lo único que ha cambiado es que ahora sí que hacemos lo que queremos. Suban. Natalia y Paula os esperan también.
UNA VEZ EN LA CASA, TODOS EN EL SALÓN.
Reportera-. ¿qué supone para vosotras reencontraros después de tanto tiempo?
Natalia-. Pues la verdad es que nunca hemos dejado de vernos realmente. Todas hemos mantenido el contacto, pero sí que ha sido curioso volver a este piso y cenar todas juntas como hacíamos antes y adquirir los roles que teníamos.
Paula-. (muy contenta) sí, jaja. Sobre todo repetir frases que teníamos, expresiones, tonterías.
(Todas cambian el gesto y se torna meláncolico. Se miran y sonríen)
Reportera-. Bueno tengo que comentar a la gente en España aunque muchos os conocen ya que tenemos con nosotros a Paula Arana, la excelente fisioterapeuta revolucionaria en su campo por encontrar la forma en la que reemplazar por ejemplo una pierna y que no se pueda encontrar la diferencia con una pierna humana real.
Tenemos a Marta Angulo, la brillante psicóloga que ha trabajado durante todo este tiempo para encontrar el inicio de la esquizofrenia y poder erradicarla de raiz. Con su propio gabinete siguen trabajando en la psicología clínica siendo pionera en muchas de las nuevas teorías sobre la psicología en niños, mujeres, incluso animales.
Algunos de ustedes reconocerán a Natalia Huarte, actriz. Tiene su propia compañía de teatro con la que investiga sobre nuevas técnicas para la interpretación además de por supuesto, recorrer muchos países con un amplio repertorio de obras. Gracias a los integrantes de la compañía entre los que se encuentran personas como Christian Vázquez y Álex Domínguez, han podido ganar premios de teatro muy importantes como los Max.
Y bueno no podemos irnos sin hablar de nuestra protagonista real que es Clara Medina. Directora General de la empresa General Machine pero sobre todo conocida como escritora y novelista. Su nuevo éxito y best seller mundial: Allí donde solíamos vivir, es su último libro. Ella dice que les debe mucho a Paula, Natalia y Marta y por eso esta reunión con estas cuatro estrellas.
Clara-. Sí...todo empezó con ellas realmente y ahora va dedicado a ellas. Este trabajo es enteramente suyo aunque yo haya sido quien se haya encargado de redactarlo pero es nuestra historia en común y, con la ayuda de imaginación, la historia de cada una por separado.
Paula, Natalia y Marta (a la vez)-. jejejeje. Si!
Clara-. No voy a poder terminar la entrevista...son demasiadas emociones juntas y hoy todavía no he llorado...Ellas además creo que han visto muy pocas lágrimas mías y hoy les voy a regalar unas.
Reportera-. Dejaremos un momento a las cuatro maravillosas chicas para que respiren. Sólo puedo decir una cosa, nunca había visto esta magia que les envuelve...parece que hayan estado juntas durante estos 20 años y que ahora acaban de retroceder a cuando tenían 21. Vamos un momentito a publicidad y enseguida volvemos.
MIENTRAS LA PAUSA.
Las cuatro compañeras de piso no podían dejar de abrazarse, escuchar Alex Ubago e Iván Ferreiro y no se pudo continuar con la entrevista ese día, pero quedó claro una cosa: no iban a faltar oportunidades de encontrarles juntas, el camino que habían empezado juntas ya no se podía separar.
Ahora suena: Turnedo (Iván Ferreiro)
martes, 9 de noviembre de 2010
Bailan
sábado, 6 de noviembre de 2010
Sólo pido silencio
Esta mañana, entre mis lentos pensamientos, me preguntaba ¿en qué momento se convirtió el mundo en algo tan difícil de ver? Sólo las agujas del reloj marcaban mis pasos, es de día de hace poco, siempre hay prisa.
Ahora es cuando todo se complica y no lo arregla la sonrisa de un niño, estamos perdidos.
Aún no puedo pensar con claridad. Donde sólo el dolor se podía medir con las palabras que no decíamos. Los recuerdos van siendo difusos en el tiempo, ya no hay vuelta atrás. En noches de confesiones, mañanas de dolores de cabeza, tardes de marmotas sin mi marmota preferida.No es lo mismo lo sé, sólo es.
Hoy suena: Noches Reversibles - Love of Lesbian.
cla.
martes, 2 de noviembre de 2010
Trasnochando
En un cementerio lleno de velas recordando a viejos difuntos, que según algunos estarán ahí hasta el fin de sus días (absurdo ¿no?), que asoma tras esa ventana inútil, nos muestra que sólo la muerte es el error que nunca podremos subsanar. Todos los demás serán insensatos para quienes ayer pusieron esas velas. Me bastará con aprender que no es un gran problema equivocarse, es un gran error no aprender de esos desaciertos.
Y seguimos cenando en ese incómodo comedor, seguimos aguantando las mismas tradiciones que en algún momento del camino nos han empezado a hacer gracia. Empezamos a hacer uso de la filosofía para afrontar pequeñas circunstancias que escapan a nuestras decisiones. Me gusta empezar a sentirme como en casa.
Hoy suena: Quequ'un m'a dit - Carla Bruni.
cla.
sábado, 30 de octubre de 2010
Post-itive
viernes, 29 de octubre de 2010
Diferente, pero siempre igual
Aquí todo diferente voy día a día acomodando mi vida a lo que será los próximos meses. Siendo consciente de que sólo serán meses. Meses que cambiarán mi vida para siempre. Me cambiarán igual que me cambió Madrid. ¿Igual que Madrid? Ahora mismo dudo que sea capaz de cambiarme tanto. Dudo que sea taan influyente, o si.
Me alegra haber tenido la fuerza y el valor, siempre cobarde ¿recuerdas? Consiguiendo cada paso como si fuese un logro imposible. Llegando lejos como quien no quería llegar tan lejos, como quien no lo pretendía. Porque nunca prentendí, sólo hice, seguiré haciendo como me acostumbré a hacer. Pero ¿no es una bonita rutina? Cambiar tanto que ni siquiera quiero que se parezca a lo que hubo. Por mucho que eche de menos, como echo. Por mucho que añore, como añoro. Por mucho que piense que nadie estará un día.
Quiero seguir, como siempre, seguir.
Hoy suena: Días azules - Iván Ferreiro.
cla.
miércoles, 27 de octubre de 2010
Caminarás
lunes, 18 de octubre de 2010
Estamos de cumpleaños
sábado, 16 de octubre de 2010
El principio
viernes, 15 de octubre de 2010
Miedo, que da miedo del miedo que da.
Al final todo se resume al miedo, que guía nuestras vidas. Todos tenemos miedo de empezar y perder, de terminar y perder, de caer.
Sólo al mirar por la ventana, ver el mundo girar y que nunca se me quiten las ganas de girar con él.
Hoy suena: Cast no shadow - Oasis.
cla.
jueves, 14 de octubre de 2010
Nuevos lugares
Detrás de esta ventana que parece tintada escribo mi primera entrada en un país desconocido, con mucha gente desconocida, con palabras desconocidas que ni entiendo. Pero sigo sabiendo donde esta mi hogar. Que no es poco, que lo es todo.
Hoy suena: Who says? - John Meyer.
cla.
jueves, 19 de agosto de 2010
Amanecer
miércoles, 18 de agosto de 2010
El reencuentro
viernes, 9 de julio de 2010
Se respira
domingo, 13 de junio de 2010
El síndrome del folio vacío
miércoles, 2 de junio de 2010
El circo
¿Habéis ido alguna vez al circo? ¿Habéis tenido la oportunidad de contemplar de cerca uno de esos equilibristas? Se suben a lo alto de una torre y caminan despacio sobre una cuerda, tratando por todos los medios llegar al final. Saben que deben equilibrar el peso, de ahí el nombre de su profesión, bravo Clara. Saben también que sí se caen, puede que nunca lleguen a volver a levantarse. Su meta es mantener la concentración, apoyar los pies despacio tratando de evitar cualquier movimiento brusco que suponga una descompensación del peso, no pensar más que en ese delicado paso que deben dar, uno tras otro y vuelta a empezar. Su meta se parece mucho al punto de salida, pero para ellos la diferencia es tan grande como ese abismo que ahora les separa del suelo. Al final, lo consiguen, con una concentración que roza el absurdo, con una respiración acompasada con los pasos, con unos pies amoldados a esa cuerda como método de supervivencia. Ese miedo, siempre presente, que les acompaña desde antes de empezar, desde el primer paso hasta el último. Esa sensación de estar volando, ese suspiro cuando ya lo han conseguido. Al final se reduce al todo o a nada, a la gloria o a un estrepitoso fracaso, a la victoria o a la derrota.
Parece muy complicado, sólo apto para unos cuantos, pero no. La vida, se reduce a eso, la eterna búsqueda del equilibrio, el paso lento pero firme, el miedo a equivocarnos, el miedo del principio hasta el final. A una lucha por ganar.
Hoy suena: Traffic in the sky - Jack Johnson.
cla.
sábado, 22 de mayo de 2010
Un Madrid de finales
miércoles, 5 de mayo de 2010
Lavapiés
Cuánto viento, creo que mientras comía en esa plaza de Lavapiés mis ganas de estudiar se han ido con el viento que me agitaba entera y me hacía tiritar. Se las ha llevado lejos, las ha escondido, quiere que juegue pero no tengo tiempo para jugar. Ni para pensar por un momento si todas las decisiones son acertadas, ni sopesar con objetividad todos estos cambios o estos no cambios de una vida. Sólo tengo tiempo de entender cosas que no entiendo porqué debo aprender. Al final, con el sol en la cara, insuficiente para hacerme entrar en calor, miraba a ese montón de niños disfrutar de uno de los sitios más alegres de Madrid. Me ha hecho pensar, y me han hecho dudar del significado de todo esto, del porqué de hacer las cosas, estas cosas. No creo que sea ese el jardín en el que quiera meterme ahora... Sólo sé que quiero ser tan feliz como esos niños que hoy jugaban y llenaban de gritos y risas esa plaza de uno de los barrios "malos" de Madrid.
Hoy suena: Hey there Delilah - Plain White T's.
cla.
domingo, 2 de mayo de 2010
Fuera
miércoles, 28 de abril de 2010
Caos
Hoy quiero una canción con historia.
sábado, 24 de abril de 2010
Qué!
Qué largo se hace el día, qué tarde las mañanas cuando esperas acostumbrarte a esa fea rutina. Qué insulto más absurdo, qué lloro, qué pena, qué alma hueca sintiendo lo insentible. Qué estúpidas las ilusiones que no nos llenan, y las que lo hacen son las amables y buenas. Qué angustia no verte, no sentirte, no escucharte al piano viejo amigo. Todo ha terminado en lo que todo termina, en el olvido donde el silencio se acomoda y campa a sus anchas cual amigo. Donde caerán todas las palabras tanto sabias como las necias y torpes que apenas han aprendido a caminar. Sin tener si quiera la oportunidad de demostrarse útiles. Que hablan del todo y de nada, que a partir de hoy callan.
Hoy suena: Moonlight sonata No. 14 - Ludwig van Beethoven
cla.
domingo, 18 de abril de 2010
El sol
Queridos amigos, he venido hoy aquí para contaros una historia fantástica sobre una persona normal. Ha querido que sea hoy el día en que su no tan normal historia vea la luz. Era una tarde normal, de un jueves corriente, en esa calle donde la gente quiere y no puede pararse a descansar. Caminaba tranquilo, despacio, paso por paso, tal y como le gustaba hacer las cosas, y entre todo ese tumulto de gente que tenía tanta prisa como si fueran a llegar tarde a su propio nacimiento. -Que absurdo! Pensaba nuestro amigo, -¿no se dan cuenta de que ya han nacido? Pero él seguía dando sus pasos seguros un tras otro, sin dar pie a un posible resbalón o a chocarse con alguien. Siempre tan prudente.
La luz de esa calle no conseguía llegar al suelo, los grandes edificios hacían sombra las 24 horas del día, si las 24, porque de noche tampoco dejaban que el brillo de la luna alcanzara las aceras. Aún así, iluminaba los últimos pisos de todos los edificios de aquella calle, con aquellas gentes, con aquel hombre que tan despacio caminaba que incluso llegaba a estorbar. Debía ser de los pocos que hacían caso a las condiciones del clima, estaba llegando la primavera y se notaba una muy suave brisa de verano, cálida y acogedora como nada en aquella ciudad llena de cosas y gentes impersonales. El sol, igual que el hombre, se abría paso entre las nubes que ya antes habían dejado caer sus gotas, como siempre. Fue entonces, cuando por primera vez un rayo de sol consiguió rozar el suelo, justo a los pies de una joven chica que parecía perdida entre tanta gente. El hombre la observó, era menuda, con una melena rubia dorada por el triunfante rayo de sol que había conseguido lo imposible, con unos ojos verdes llenos de melancolía. Confusa miraba a su alrededor, tratando de preguntarle a alguno de los que con prisas caminaban el camino a su hostal. Llevaba una mochila donde ademas de sus enseres guardaba toda la ilusión que se tiene al llegar a la gran ciudad. Pero la gente tenía demasiada prisa como para ayudar a una novata, por supuesto no entendía lo importante de los 5 segundos que reclamaba para poder orientarse. El hombre la miraba, se había puesto triste, muy triste. No entendía como podía ser que nadie en toda la ciudad no estuviera dispuesto a ayudarla. Así que, se acercó. Poco a poco, como siempre, evitando a aquellos a los que cada milésima de segundo les suponía la vida, de repente la chica, desapareció. Llegó al sitio donde tenía a sus pies al magnífico rayo de sol pero ella ya no estaba. Giró la cabeza y la vio, se había contagiado, la prisa había invadido sus entrañas, se había vuelto nube. Se había vuelto gris.
Hoy suena: I'm outta time - Oasis.
cla.
domingo, 4 de abril de 2010
Reflexiones de un domingo
martes, 23 de marzo de 2010
Me voy
viernes, 19 de marzo de 2010
La chica de la lluvia
Puede que nunca se hubiere preguntado porque siempre que empezaba sus textos llovía. Siempre hacía un paisaje en el que el agua que caía suavemente dejando tras de si ese césped mojado. Esa chica que, de pie, nota como caen cada una de las gotas del cielo y le impacta en la cara, luego estas gotas ruedan por su cara hasta llegar a la barbilla donde encontraran otro precipicio. Siente como bajo sus pies la lluvia reblandece la tierra que empieza a convertirse en barro.
Se quedaba horas y horas, ahí en el jardín, acompañada del ruido de las gotas cayendo sobre las hojas de los infinitos tipos de plantas que habitaban su casa. Ahí, la joven muchacha solo podía pensar en ella, se concentraba en cada sentimiento que esa situación le provocaba. Sin duda, era una situación un tanto peculiar, los niños vecinos la miraban desconcertados, incapaces de comprender porqué si los papás decían que cuando llueve no se sale a la calle esta pequeña mujer podía salir y estar ahí, quieta, esperando a que acabara de caer todo el agua que las nubes quisieran dejarle.
Era una rara costumbre, no entraba dentro de los estandartes sociales de esa época, y casi me aventuro a decir que de ninguna otra. Sin embargo, producía una de las sensaciones mas agradables conocidas por el hombre, el silencio interrumpido constantemente por el agua golpeando cada material cercano, mojando indistintamente a la gente, a las plantas, la tierra, arboles y las casas. Nada se libra cuando de lluvia hablamos. Y ese silencio, inquebrantable, solemne, gris. Presenciaba sus pensamientos bajo esos cabellos que ya no podían albergar ni una sola gota mas.
Tan solo le gustaba permanecer allí, quieta por que podía por fin hablar consigo misma sin interrupciones de ningún tipo, cuando salía a la lluvia, no había móviles, ni música, ni niños gritando. Bueno, niños si que había. Decenas de ellos la contemplaban desde la ventana de sus casas apoyando su frente en el cristal y dejando que el aliento lo empañara, quedando inmóviles, absortos por la templanza de su vecina.
Hablaba consigo misma, para contarse todo lo que había sentido en las diferentes situaciones desde la última vez que hubo llovido. Se contaba que a veces, cuando se despertaba temprano y otros seguían durmiendo, sentía ese mismo silencio que siente en ese momento. Pero que era diferente, raro, más sepulcral, más silencio, sin el sonido de la lluvia no era silencio, no le gustaba. Mientras se oía sus pensamientos y por momentos se iba encontrando peor. Le atormentaban, diciendo que nunca sería lo que quisiera llegar a ser, que nunca encontraría a nadie que la hiciese merecer, que todos los retos emprendidos iban, al final, a oscurecer. Entonces lloraba bajito, no quería despertar a nadie, pero sobretodo no se quería oírse a si misma llorar. Era de fracasados, de gente sin futuro le repitieron una y otra vez durante su infancia. No entendía el significado de los sentimientos que hacían llorar, porque un sentimiento debe hacerte pensar, reflexionar acerca de lo que esta bien o esta mal. Un sentimiento bien entendido no se puede controlar. Ella no era capaz de comprender porqué un sentimiento podía hacerte derramar lágrimas, gotas al fin y al cabo como las que ella estaba dispuesta a que le embaucaran. Un símil que resulta tan próximo.
Pasaron horas, ella seguía en la misma posición que cuando las nubes decidieron descargarse. Reeditaba su vida, se la contaba una y otra vez, repasando esos errores que de novata era cometer. No podía seguir perpetrando esos absurdos y vulgares errores. Cogía una regla para medir cada una de las palabras, para dosificarlas y tratar de ahorrar en ellas el máximo posible -¿Acaso no estamos en crisis?- se decía a ella misma sin ningún otro que le escuchara.
De repente cayó en la cuenta, siempre hablaba consigo misma. Sus intentos de comunicación con otras personas caían en profundos pozos de olvido, de omisión. Tiempo hacía que no mantenía una conversación con nadie. Se movió, esta vez si, bajó la cabeza al suelo, no para ver sus pies ya completamente enfangados, sino para ver sus vestiduras. Llevaba el mismo traje desde hace años, desde ese día de lluvia en el que un fuerte golpe interrumpió sus juegos. Solo recordaba que las luces azules y naranjas se alejaban más y más. Sin tener ella fuerzas para gritar.
Hoy suena: Centerfolds - Placebo.
cla.
jueves, 11 de marzo de 2010
Las cosas buenas.
martes, 2 de marzo de 2010
Mis sin techo
Todos los días les veo, sentados en ese banco conversando y charlando. Esperando... no, esperando no. Siempre alguien les acompaña, son tres más uno, siempre con un tal Don Simon. Y hablan y se cuentan.
Vuelvo, horas mas tarde, y mientras subo las escaleras, les veo. Siguen sentados al sol de la plaza, o a la lluvia tampoco parece importarles el estado del cielo como no se preocupan por el transcurso de los días.
Tras casi un año de fríos, hielos y nubes, tras todo el invierno en ese banco de esa tan famosa plaza de Madrid les he cogido cariño. No se que se dicen que les lleva tanto rato, no se que traman tantas horas bajo mi atenta mirada, pero siguen ahí y sino siguiesen estaría triste, porque creería que alguien se ha llevado a mis sin techo. Y nunca podría, un día, sentarme a su lado a escuchar sus relatos.
Hoy suena: Mr. Brightside - The Killers.
cla.
domingo, 21 de febrero de 2010
Historietas de la luz artificial.
y es así, como echó de menos a Mac
martes, 16 de febrero de 2010
Sonrio
Y hoy, con una gran idea, solo sonrio... y qué narices! te invito a tomar esa caña en el Sideral. Por que lo habrás hecho bien y lo seguirás haciendo. Lo se, confio.
Se me viene a la cabeza una bonita frase, la cual debido a mi nefasta memoria (para según qué) no consigo recordar donde entró por mis ojos y se quedó: "In the end, everything is going to be alright, if not, then that means that's no the end". Una bonita máxima para aplicar dia a dia, paso a paso de todo lo que se vaya consiguiendo. Por que, cierto parece que al final, todo sale bien.
Me despido habiendo escrito la entrada más rara hasta el momento, sin que yo misma le pueda configurar un sentido. Pero hoy solo tenia ganas de entrar, nada más.
Hoy suena: Falling awake - Gary Jules.
martes, 9 de febrero de 2010
Hoy
Hoy suena: Catch my disease - Ben Lee.
cla.
sábado, 6 de febrero de 2010
Desde lejos
Miles de luces, kilómetros de asfalto, calles numeradas, 106 puntos, cuadros, Tim Burton, cristal, acero, hormigón y esa canción, siempre esa canción. El frio, las lágrimas de risa, un secreto, dos. La gente, los sueños pendientes, esa ciudad. La gran ciudad.
Hoy suena: New york, New york - Frank Sinatra.
cla.
martes, 26 de enero de 2010
Noches
De repente despiertas, notas el girar de la Tierra, tu cabeza no es capaz de albergar un sonido mas alto que otro, ni ves con claridad y tus palabras saben a alcohol. Cuando consigues ordenar los pensamientos unas borrosas imagenes te recuerdan la noche de ayer... y sonries.
Hoy suena: Stand by me - Oasis.
cla.
jueves, 14 de enero de 2010
Él
Sus pensamientos lejos de encontrarse se esparcían aún mas entre el infinito, entre quedarse o marchar. Sus decisiones venían tomadas por impulsos vacíos sin fundamentos. Y por dentro sus lágrimas hacían ríos salados. La gente que él observaba se movía como él quería moverse, la gente soñaba como él quería soñar, él solo pensaba en ser normal.
Hoy suena: Sad eyes - Josh Rouse
cla.
martes, 12 de enero de 2010
El último café
Ver nuestros días, llorar con tonterías, y porque a veces ya no importa lo que diga, o lo que digas, solo importan las miradas, tus ojos, mis ojos, nuestros ojos. Solo quiero mirarte y no pensar en que es el último café, que me marcho y tardaré en volver.
cla.
Amateur
cla.